Es fácil que asocies el minimalismo a decoración y arquitectura antes que a finanzas. Lo cierto es que el minimalismo va más allá y se ha convertido en una filosofía de vida para muchas personas gracias en buena medida al auge de Marie Kondo, con documental en Netflix incluido. Sin embargo, el minimalismo es anterior a la famosa autora japonesa y sus consejos para llevar una vida ordenada.
¿En qué consiste el minimalismo?
La RAE define el minimalismo como una “tendencia estética e intelectual que busca la expresión de lo esencial eliminando lo superfluo”, un buen acercamiento a la propuesta básica de esta tendencia.
Y es que, el minimalismo consiste en precisamente en tener más, con menos. Más felicidad con menos cosas, más tranquilidad con menos necesidades de consumo y de bienes físicos. Ya decía Sócrates que “el secreto de la felicidad no se encuentra en la búsqueda de más, sino en el desarrollo de la capacidad para disfrutar de menos”.
Esa es la base del minimalismo, que no necesariamente consiste en vivir como un ermitaño o, como hacen los seguidores más extremos de esta tendencia, tener sólo 100 posesiones (ropa incluida). En realidad, el minimalismo tiene que ver más con el gasto consciente y con saber identificar lo que para ti es realmente importante.
En otras palabras, tomar conciencia de lo que necesitas de verdad, qué cosas te hacen feliz, y simplificar tu estilo de vida para enfocarte en ellas.
Quizás la forma más fácil de entenderlo es a través del minimalismo aplicado al orden y decoración en casa. Párate a pensar en tu closet. ¿Cuánta ropa tienes que hace meses que no usas (y no porque no sea de temporada)? Esa ropa que tienes ahí parada ocupa un espacio y puede que incluso te genere ansiedad o desasosiego verla, pero al mismo tiempo te dé pena tirarla.
Lo mismo ocurre con muchos recuerdos y elementos decorativos que guardas y que incluso pueden condicionar la decoración de tu hogar, además de suponer un trabajo extra para cuidar y limpiar.
El minimalismo te invita a reflexionar sobre esa costumbre de acumular y esa inercia de necesitar más. El objetivo final es centrarte en lo que de verdad es importante para ti, algo que te ayudará a simplificar tu estilo de vida y también tus objetivos porque, al final, no hay tantas cosas que nos satisfagan de verdad.
El minimalismo financiero
Minimalismo, ahorro y finanzas van de la mano. El mismo concepto de minimalismo ya tiene en sí mismo un claro componente económico y de consumo.
Como pones el foco en lo que para ti es importante, vas a poder prescindir de muchos gastos superfluos que tienen más que ver con el consumismo que con tus necesidades. En otras palabras, vas a ahorrar más y, sobre todo, a usar mucho mejor tu dinero.
¿Cómo convertirte en un minimalista financiero?
Practicar el minimalismo financiero es más fácil de lo que piensas. Simplificado al máximo, consiste en revisar tus gastos y quedarte con los que son claves para ti, utilizando el resto para lograr tus objetivos vitales, que normalmente serán cosas más enfocadas al largo plazo.
En pocas palabras, la fórmula clásica de la libertad financiera: gasta menos de lo que ingresas e invierte el resto.
Esta sería la forma de empezar con el minimalismo paso a paso:
1. Párate a pensar: ¿qué te hace feliz?
El primero paso del minimalismo en cualquier ámbito es conocerte a ti mismo. Aclara tu mente, piensa las cosas que disfrutas, qué momentos han sido los más felices en tu vida, lo que te aporta valor en tu día a día…
Te sorprenderá ver lo poco que tardas en encontrar una línea maestra que une la mayoría de las cosas.
2. Simplifica tu vida: ¿qué tienes en casa y en qué gastas tu dinero?
Una vez sabes lo que te hace feliz, todo es cuestión de foco y de ir eliminando todo lo que no te aporta valor.
Para reducir tus pertenencias con sentido puedes hacerte tres preguntas: , ¿de verdad lo necesito? ¿es algo que me hace feliz? y ¿hace cuánto que no lo uso?
Con los gastos empieza por hacer un presupuesto básico que te permita ver cuáles son tus gastos reales. A buen seguro encontrarás infinidad de partidas que no te hacen especialmente feliz. Si quieres ir poco a poco, empieza por los gastos fijos, que son más fáciles de eliminar que los que tienen que ver con hábitos de consumo.
En MAPFRE cuidamos lo que te importa, por eso queremos mejorar tu salud financiera.