Al contratar un seguro de automóvil, es fundamental conocer las coberturas básicas que debes incluir para proteger adecuadamente tu vehículo y cumplir con las normativas legales. Estas coberturas no solo brindan tranquilidad, sino que también pueden ser un salvavidas financiero en caso de accidentes o eventos imprevistos. A continuación, te explicamos las principales coberturas que deberías considerar para tu póliza de seguro de auto.
1. Cobertura de colisión
La cobertura de colisión, también conocida como cobertura contra choque, es una de las más importantes y básicas en una póliza de automóvil. Esta cobertura paga por los daños ocasionados a tu vehículo en caso de un accidente, sin importar quién haya sido el culpable del siniestro. Si tu auto se ve involucrado en una colisión, la compañía de seguros se encargará de cubrir los costos de reparación o, en caso de pérdida total, te pagará el valor actual en efectivo del automóvil, menos el deducible.
Este tipo de cobertura es crucial para proteger tu inversión, especialmente si tu auto es nuevo o tiene un valor considerable. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el monto que recibirás por el vehículo estará basado en su valor actual, no en el precio original de compra, por lo que es recomendable evaluar la depreciación del auto antes de fijar las condiciones de la póliza.
2. Cobertura comprensiva
La cobertura comprensiva es otra pieza clave de un seguro de automóvil. A diferencia de la cobertura de colisión, que cubre daños por accidentes, la comprensiva cubre pérdidas o daños que no estén relacionados con colisiones. Esto incluye situaciones como:
Robo del vehículo o de sus partes.
Vandalismo que cause daños a la carrocería o a los accesorios del auto.
Inundaciones que afecten tanto el interior como el motor del vehículo.
Incendios que destruyan parcial o totalmente el automóvil.
Al igual que la cobertura de colisión, esta protección también está sujeta a un deducible, el cual deberás cubrir antes de que la aseguradora asuma el costo restante de las reparaciones o el reemplazo.
3. Cobertura de responsabilidad pública
La responsabilidad pública es obligatoria en muchos países y es un componente esencial en cualquier póliza de seguro de automóvil. Esta cobertura se encarga de los daños que puedas causar a terceros en caso de un accidente en el que tú seas el responsable. La responsabilidad pública cubre tanto los daños materiales como los daños personales, lo que significa que, si dañas la propiedad de otra persona o causas lesiones en un accidente, tu póliza se hará cargo de los costos legales y las compensaciones necesarias.
Esta cobertura es vital para protegerte financieramente, ya que los daños a terceros pueden resultar en demandas costosas y pagos elevados de indemnización. La cantidad de cobertura que contrates dependerá de tus necesidades y las leyes locales, pero es recomendable optar por límites lo suficientemente altos para evitar situaciones en las que puedas quedar expuesto a demandas o pagos fuera de tu alcance.
4. Cobertura de asistencia en carretera
La asistencia en carretera es una cobertura adicional que muchas personas eligen incluir en su póliza. Este servicio es especialmente útil si te encuentras en una situación inesperada, como una avería, un neumático pinchado o si te quedas sin combustible en medio de la carretera. Entre los servicios más comunes que ofrece esta cobertura están:
Remolque del vehículo hasta un taller cercano.
Servicio de cerrajería en caso de que te quedes fuera del auto.
Cambio de neumáticos o baterías.
Envío de combustible de emergencia.
La asistencia en carretera brinda tranquilidad, ya que sabes que, ante cualquier inconveniente, recibirás ayuda rápidamente sin incurrir en costos adicionales. Es una excelente opción si sueles viajar largas distancias o si prefieres tener un respaldo adicional en caso de problemas mecánicos.
5. Cobertura del valor garantizado (CAV)
Otra opción útil que puedes considerar es la cobertura de valor garantizado (CAV). Esta cobertura es especialmente importante si financiaste la compra de tu automóvil. Su función es cubrir la diferencia entre el valor actual del vehículo y el monto que aún debes en tu préstamo o arrendamiento.
En caso de pérdida total, el seguro pagará el valor actual del auto, pero si esa cantidad es menor que lo que aún debes al financiador, la cobertura CAV se encargará de cubrir esa diferencia. Esta es una cobertura clave para aquellos que tienen vehículos relativamente nuevos y están pagando un préstamo, ya que evita que te quedes con una deuda pendiente por un vehículo que ya no tienes.
6. Cobertura contra fenómenos naturales y eventos fortuitos
La cobertura de eventos fortuitos protege tu auto contra daños causados por fenómenos naturales como granizadas, tormentas eléctricas, huracanes y terremotos. Aunque estos eventos no son comunes en todas las regiones, pueden causar daños severos a los vehículos cuando ocurren, y es esencial estar cubierto ante este tipo de eventualidades.
Este tipo de cobertura es recomendable en zonas donde estos desastres naturales son más frecuentes. Proteger tu auto contra estos eventos te evitará costos elevados en reparaciones o incluso la pérdida total del vehículo.
Al contratar un seguro de automóvil, es importante asegurarte de que tu póliza incluya las coberturas básicas necesarias para protegerte a ti, a tu vehículo y a terceros en caso de accidentes o eventos imprevistos. La cobertura de colisión, la cobertura comprensiva, la responsabilidad pública y la asistencia en carretera son fundamentales para cualquier conductor. Adicionalmente, la cobertura CAV y la protección contra fenómenos naturales te brindan una seguridad extra que puede ser crucial en determinadas situaciones.
Revisar tu póliza de forma periódica y hablar con tu aseguradora te ayudará a ajustar la cobertura según tus necesidades, garantizando que siempre estarás protegido en la carretera, sin importar lo que pueda suceder.



