Sin embargo, aún cuando hayas tenido pocas horas de sueño o hayas dormido mal, al día siguiente tenemos que salir al trabajo, tomar el vehículo y conducir.
Algunos de los efectos del sueño en la conducción son:
- Disminución de la capacidad de reacción y alteraciones motrices.
- Aparición de microsueños.
- Aumento de las distracciones.
- Alteraciones visuales.
- Alteraciones de la percepción de la velocidad.
- Alteraciones conductuales.
Conducir con confianza comienza con tener un buen asistencia por somnolencia al volante que te respalde cuando más lo necesitas.
Podemos hacer algunas modificaciones, tanto en la conducción como en el hogar, para crear una estrategia de seguridad ante este mal.
En la conducción:
- Mantener la cabina con una temperatura agradable.
- Procurar ingerir comidas ligeras.
- Evitar la música demasiado relajante.
- No tomar bebidas alcohólicas o productos depresores del sistema nervioso.
- Tener precaución con el efecto rebote del café ya que aparecerá la somnolencia.
- Mirar los controles de la cabina frecuentemente.
- Adoptar una postura que no permita la relajación
En el hogar:
- Si es posible, establecer un horario fijo para acostarse y levantarse.
- Evitar bebidas con cafeína, seis horas antes de acostarse.
- Evitar el alcohol o tabaco, dos horas antes de irse a dormir.
- Ejercitarse al menos 30 minutos durante el transcurso del día, evitar hacerlo después de cenar.
- Cenar liviano y no acostarse hasta dos horas después de la cena.
- Controlar el ruido, la luz y la temperatura de la habitación, procurar tener el cuarto bien ventilado y tranquilo.
Recuerda, ¡la seguridad vial es responsabilidad de todos!
Fuente: Mundo MAPFRE PUERTO RICO y Fundación MAPFRE



