Someter una reclamación a tu compañía de seguros puede ser un proceso estresante, especialmente si es rechazada. Para muchos, enfrentar la negación de una reclamación no solo es frustrante, sino que puede generar confusión y dudas sobre la cobertura que se tiene. Es fundamental conocer las razones por las cuales una reclamación puede no proceder, lo que te permitirá estar mejor preparado y evitar sorpresas desagradables en momentos de necesidad.
A continuación, te explicamos las causas más comunes por las que una reclamación de seguro puede ser rechazada, así como algunos consejos para evitar estas situaciones y asegurarte de que tu reclamo sea exitoso.
La póliza no estaba vigente en el momento del incidente
Una de las razones más comunes por las que se rechaza una reclamación es porque el evento ocurrió fuera del período de vigencia del seguro. Las pólizas de seguro tienen una fecha de inicio y de vencimiento, y cualquier evento que ocurra fuera de ese período no estará cubierto. Por lo tanto, es crucial asegurarse de que tu póliza esté activa en todo momento y de renovar o actualizarla antes de su vencimiento.
- Consejo: Revisa las fechas de tu póliza regularmente y programa recordatorios para renovar tu seguro antes de que expire.
El reclamante no es la persona o entidad asegurada
Para que una reclamación proceda, el reclamante debe ser la persona o entidad asegurada. Si alguien que no está incluido en la póliza intenta presentar una reclamación, esta será rechazada automáticamente. Este es un error común, especialmente cuando hay múltiples propietarios o partes involucradas en una propiedad o negocio.
- Consejo: Asegúrate de que todas las personas relevantes estén incluidas en la póliza como asegurados. Si has comprado una propiedad o negocio con alguien más, verifica que ambos estén cubiertos adecuadamente.
- Falta de interés económico en la propiedad asegurada
Una póliza de seguro está diseñada para proteger los intereses económicos de la persona o entidad asegurada. Si no tienes un interés económico legítimo en la propiedad, no podrás reclamar por los daños o pérdidas que puedan ocurrir. El interés económico implica que tienes algo en juego financieramente con la propiedad o el bien asegurado, como una vivienda o un vehículo.
- Consejo: Si vendes una propiedad o vehículo, asegúrate de actualizar tu póliza o cancelarla si ya no tienes interés en el bien asegurado.
El daño fue causado por un acto intencional
Las pólizas de seguro están diseñadas para cubrir eventos accidentales. Si el daño fue causado intencionalmente, la reclamación será rechazada. Esto incluye tanto actos deliberados por parte del asegurado como acciones fraudulentas. El seguro solo cubrirá eventos imprevistos o fuera de tu control.
- Consejo: Asegúrate de ser honesto y transparente al momento de presentar una reclamación, y recuerda que los actos intencionales no están cubiertos.
Incumplimiento de las condiciones de la póliza
Cada póliza de seguro viene con un conjunto de términos y condiciones que debes cumplir para mantener tu cobertura activa. Si has incumplido con alguna de estas condiciones, como no mantener la propiedad adecuadamente o no informar a la aseguradora de cambios relevantes, tu reclamación puede ser rechazada.
- Consejo: Lee detenidamente tu póliza y asegúrate de cumplir con todas las condiciones. Mantén tu propiedad en buen estado y comunica cualquier cambio importante a tu aseguradora.
El evento no está cubierto por la póliza
No todas las situaciones están cubiertas por una póliza de seguro. Cada póliza incluye un apartado de exclusiones, que son los eventos o situaciones que no están protegidos. Por ejemplo, en una póliza de seguro de hogar, los daños causados por inundaciones o terremotos podrían no estar cubiertos, a menos que hayas contratado una cobertura específica para esos riesgos.
- Consejo: Revisa las exclusiones de tu póliza antes de presentar una reclamación. Si vives en una zona propensa a ciertos desastres naturales, considera adquirir coberturas adicionales.
La propiedad reclamada no está incluida en la póliza
A veces, los asegurados asumen que todos sus bienes o propiedades están cubiertos por una póliza cuando, en realidad, no es así. Si un bien o propiedad específica no está mencionada en la póliza, cualquier reclamación relacionada con ella será rechazada.
- Consejo: Asegúrate de que todos tus bienes importantes estén incluidos en la póliza. Si adquieres nuevos activos, como un coche o una segunda propiedad, agrégalo a tu póliza de inmediato.
El deducible es mayor que el daño estimado
El deducible es la cantidad que debes pagar de tu propio bolsillo antes de que el seguro cubra el resto del costo de una reclamación. Si el daño estimado es menor que el deducible de tu póliza, la aseguradora no pagará nada. Por ejemplo, si tienes un deducible de $1,000 y el daño causado es de $800, el seguro no cubrirá esos $800.
- Consejo: Comprende cuál es tu deducible y evalúa si tiene sentido presentar una reclamación. En algunos casos, puede ser más económico cubrir daños menores por tu cuenta.
Someter una reclamación de seguro y que sea aceptada depende de varios factores, desde cumplir con las condiciones de la póliza hasta asegurar que el evento esté cubierto. Para evitar sorpresas, es esencial leer y comprender bien tu póliza, estar al tanto de las exclusiones y asegurarte de que todas tus propiedades y activos estén adecuadamente cubiertos. Mantener una comunicación clara con tu aseguradora y actualizar regularmente tu cobertura también es clave para garantizar que, en caso de un imprevisto, tu reclamación sea procesada sin inconvenientes.



