Cuando pensamos en asegurar nuestra casa, solemos enfocarnos en la estructura principal de la vivienda, como las paredes, el techo y los interiores. Sin embargo, muchas veces olvidamos que dentro de una propiedad hay más elementos que también deben estar protegidos. Las llamadas “otras estructuras” pueden incluir garajes, cobertizos, piscinas, cercas, terrazas, entre otros. Asegurar estos componentes adicionales es crucial para garantizar una protección completa de tu propiedad en caso de cualquier siniestro. A continuación, te explicamos por qué es importante incluirlas en tu póliza de seguros.
1. ¿Qué son las otras estructuras?
Las “otras estructuras” se refieren a cualquier construcción en tu propiedad que no esté directamente conectada con la estructura principal de tu hogar. Algunos ejemplos comunes son:
- Garajes independientes: Si tienes un garaje que no está unido a la casa, este es considerado como una estructura separada.
- Cobertizos o almacenes: Lugares donde se guardan herramientas, bicicletas, o equipos de jardinería.
- Piscinas: Tanto las piscinas elevadas como las enterradas suelen requerir una cobertura especial, debido a su valor y los posibles riesgos que representan.
- Cercas y muros perimetrales: Protegen tu propiedad y proporcionan privacidad, pero también están expuestos a daños climáticos o accidentes.
- Terrazas o patios exteriores: Estas áreas suelen ser un lugar de esparcimiento, pero no están cubiertas automáticamente bajo la póliza básica si no se declaran como parte del seguro.
Es importante saber que las aseguradoras suelen cubrir las estructuras adicionales bajo una sección específica de la póliza, pero no siempre están incluidas de manera automática. Por ello, es fundamental que te asegures de que estos elementos también estén protegidos.
2. ¿Por qué asegurar las otras estructuras es vital?
Asegurar estas estructuras adicionales no solo es importante por el valor económico que tienen, sino también porque su destrucción o daño podría afectar el uso de tu propiedad. Por ejemplo, si un cobertizo donde guardas herramientas esenciales se ve dañado por un incendio o una tormenta, reemplazar su contenido y la estructura puede ser costoso. Sin una cobertura adecuada, estos gastos tendrían que salir de tu propio bolsillo.
Otro ejemplo sería una piscina que, si sufre daños importantes, puede resultar extremadamente costoso repararla. En algunas zonas, las piscinas también aumentan la responsabilidad del propietario, ya que pueden representar un riesgo adicional. Una cobertura adecuada garantizará que tanto los costos de reparación como cualquier posible responsabilidad civil queden cubiertos.
3. Cobertura de las otras estructuras en la póliza de seguro
Generalmente, la cobertura de las otras estructuras se establece como un porcentaje del valor asegurado de la vivienda principal. Por ejemplo, si tu casa está asegurada por $200,000, es posible que las otras estructuras estén cubiertas hasta un 10% de esa cantidad, es decir, $20,000. Este porcentaje varía según la aseguradora y las especificaciones de tu póliza, por lo que es fundamental revisar tu contrato y asegurarte de que la cobertura sea suficiente para cubrir el costo de reparación o reconstrucción de las estructuras adicionales.
Es importante también saber que algunas estructuras, como las piscinas o ciertas mejoras en el exterior de la casa, pueden requerir una cobertura adicional o separada, ya que representan un riesgo mayor o tienen un valor considerablemente alto. Si has agregado recientemente una de estas características a tu propiedad, es recomendable contactar a tu aseguradora para actualizar la póliza.
4. Factores que afectan la cobertura
Algunas aseguradoras pueden tener restricciones o exclusiones específicas para las otras estructuras. Por ejemplo, si utilizas un cobertizo o garaje para actividades comerciales, este podría no estar cubierto bajo la póliza residencial estándar. Lo mismo puede ocurrir si usas una estructura para alquilarla a terceros, como un garaje convertido en apartamento. En estos casos, es fundamental aclarar el uso de cada estructura con tu aseguradora y, si es necesario, contratar una póliza adicional.
Otro factor a considerar es la ubicación de las estructuras dentro de la propiedad. Las cercas o muros, por ejemplo, suelen estar expuestos a daños por fenómenos climáticos, lo que puede aumentar el riesgo de necesitar reparaciones frecuentes. Asegurarse de que estas estructuras estén correctamente cubiertas te ahorrará complicaciones en el futuro.
5. Consejos para una cobertura adecuada
Para asegurarte de que tu hogar y todas sus estructuras estén completamente protegidos, ten en cuenta los siguientes consejos:
- Evalúa tu propiedad: Haz un inventario de todas las estructuras adicionales que tienes en tu propiedad. No olvides incluir elementos como pérgolas, terrazas, piscinas y cobertizos.
- Consulta con tu aseguradora: Pregunta específicamente si estas estructuras están incluidas en tu póliza actual y, en caso contrario, cuál sería el costo de agregarlas.
- Revisa los límites de cobertura: Asegúrate de que el valor asignado a las otras estructuras sea suficiente para cubrir el costo total de reparación o reemplazo en caso de siniestro.
- Considera la responsabilidad civil: Si tienes estructuras como piscinas o áreas de juego que pueden representar un riesgo adicional, asegúrate de contar con suficiente cobertura de responsabilidad civil.
Asegurar tu hogar implica mucho más que proteger las paredes y techos. Las otras estructuras de tu propiedad también juegan un papel importante en su valor y funcionalidad, por lo que es crucial asegurarte de que estén debidamente cubiertas. Revisar tu póliza y actualizarla según las características y usos de estas estructuras te brindará una protección integral frente a cualquier imprevisto, garantizando así la tranquilidad que mereces. Calcula el precio de tu póliza de hogar.



