Con el creciente aumento de trabajo en el área metropolitana de Puerto Rico, y la baja de empleos en las zonas rurales, ha habido un triste incremento de propiedades abandonadas. Estas propiedades a menudo eran casa hechas por las cabezas de las familias hace varias décadas atrás, en que para ese entonces sus hijos y los hijos de ellos hacían sus casas en el mismo terreno de sus abuelos y abuelas. Pero ante la creciente pobreza, muchos se fueron mudando a fuera, hacia Estados Unidos o el área metropolitana de Puerto Rico, buscando mejores oportunidades de vida.
Y para cuando los últimos de la familia se fueron del lugar, y no hubo nadie que quiso quedarse con el terreno o la casa para alquilarla, la propiedad queda abandonada y deteriorada. De acuerdo con el Centro de Estudios sobre asuntos de Puerto Rico de la Universidad de Nueva York, hay aproximadamente 300,000 casa abandonadas por toda la isla.
Antes del 2020, el Código Civil de Puerto Rico requería que la persona que decidiese habitar alguna propiedad o terreno abandonado estuviese viviendo en ella de manera ininterrumpida por un mínimo de 30 años. Cosa que se enmendó el 28 de noviembre de 2020.
Pero la enmienda solo mejoró un poco el dilema de pasar el título de propiedad a la persona que obtuvo la propiedad abandonada.
Cómo reclamar una casa abandonada
En el caso en que el dueño de la propiedad abandonada pasa el título de esta a otra persona, se le llama “usucapión de buena fe u ordinaria”. Esta persona tiene que haber pasado un mínimo de 10 años viviendo en la propiedad, o 20 años si se encontraba fuera de Puerto Rico. La persona puede reclamar la casa y hasta pagar un seguro para el hogar como MAPFRE para protegerla ante cualquier posible disputa con el título. Pero, si a la propiedad abandonada no se le conoce dueño, o la persona que habita la propiedad no conoce el dueño, se le llama “usucapión extraordinaria o de mala fe”. El Código Civil solo enmendó esta última a que el tiempo mínimo a vivir en la propiedad abandonada fuese de 20 años y de manera interrumpida. Y es solo en el caso de que la persona comenzó a vivir en la propiedad desde el inicio de la nueva enmienda. Si comenzó antes, tiene que esperar los 30 años del Código Civil anterior.
La preocupación al comprar una casa abandonada
La preocupación ante esta nueva enmienda es que desanima a las personas a adquirir una propiedad en su nombre. Son muchas las propiedades abandonadas fuera y dentro del área metropolitana, y miles personas son sacadas de sus hogares por algún incumplimiento de renta o hipoteca ridículamente alta. Pero el proceso de adquisición de título para una propiedad abandonada puede espantar a la persona que quisiera crear un nuevo hogar en un lugar con potencial. Existe siempre el miedo a que un día, 19 años después que la persona se mude a la propiedad abandonada, aparezca un heredero desconocido a clamar que la propiedad era de su familia y que se desaloje. Y no significa que el heredero se quedará con la propiedad, pues el costo legal de ponerlo al día en el Registro de Propiedad de Puerto Rico es alto. Por lo tengo es riesgoso entrar en una propiedad abandonada en que el dueño no se conozca, pero también sin sentido a la realidad de la isla.
Pero a menudo no se conoce quién es el dueño original, o el último heredero de aquella familia que hace mucho se mudó del área. Y el número de personas sin un hogar a su nombre sigue en aumento en Puerto Rico y sin necesidad de ser así.
